En mi vida no había visto tanta agua junta y potente al
mismo tiempo. 275 saltos que componen una de la 7 maravillas del mundo.
Sumergirse adentro a esa cantidad de agua es una experiencia inolvidable que
marca el camino de una persona. Fue una emoción muy bella.
Mejor dejamos
hablar las imágenes.
Me di cuenta que los animales que viven en este parque tienen una relación y confianza con el ser humano distinta y a veces es peligroso comerse un sándwich en plena floresta
…ahahahaha…
En la noche en la plaza de Iguazú al bajar de la Banana recién estacionada escuché un grito fuerte con mi nombre y
apellido claramente marcados aparecieron desde la nada Yasser y su esposa Helen…con en los brazos el hijo..de la compañía teatral "I-rreal Teatro".
Un encuentro
increíble. Fue uno de mis profesores de Clown en mi época de formación en El
Salvador. Allí pensé que el viaje siempre tiene una linda sorpresa lista para cada momento que se vive.
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